martes, 5 de abril de 2016

Dice que trabaja con las formas básicas: el cuadrado, el círculo y el triángulo, que son las formas que nos acompañan toda la vida. Al artista mexicano Vicente Rojo, nacido en Barcelona en 1932, los triángulos le inspiraron para hacer sus Pirámides y de allí pasó a los volcanes. "El volcán es la contradicción entre la belleza y el dolor. Es el origen. Y es el triángulo". Pero no sólo. En la serie que realizó, entre 2000 y 2005, titulada Volcanes construidos, el círculo no podía faltar.

Cráter B (año 2004), de Vicente Rojo. Lienzo sobre bastidor de madera de pino, con esferas de corcho blanco y conos de madera adheridos; recubierto con pintura acrílica, ceniza volcánica del Popocatépetl y arena de playa de Cancún (190 x 190 cm, 64 kg). Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México

   Cráter del Popocatépetl, el 24 de enero de 2002 (foto de la Secretaría de Comunicación y Transporte de México). El cráter presenta una forma aproximadamente elíptica, con un eje mayor de unos 800 m y un eje menor de unos 600 m. En su interior se aprecia un domo de lava (elevación en forma de cúpula, compuesta por lavas viscosas que se acumulan sobre la boca eruptiva). El domo, de unos 180 m de diámetro y 50 m de altura, se creó el día anterior. En abril de ese mismo año, creció otro domo sobre éste y ambos fueron destruidos totalmente por la actividad volcánica el día 15 de mayo de 2002

Otros muchos artistas, al igual que Vicente Rojo (haz clic en los términos en rojo para ir al enlace), se han sentido fascinados por el volcán Popocatépetl. Tanto es así que, en el año 2005, el Museo del Palacio de Bellas Artes de México organizó una exposición con más de 400 obras dedicada al Popocatéptl ("el monte que echa humo", en lengua náhuatl) y al Iztaccíhuatl ("la mujer blanca"), otro volcán situado unos kilómetros al norte.

Uno de los pintores que más veces retrató el Popo fue el extravagante y polémico Dr. Atl (seudónimo de Gerardo Murillo, Guadalajara, Jalisco, 1875 - Ciudad de México, 1964). Maestro de los muralistas Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, fue un fanático de los volcanes, especialmente del Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y el Paricutín, volcán que nació en el año 1943 y al que Atl siguió de cerca, los tres protagonistas de muchas de sus obras. Sus cuadros son a menudo intensamente coloristas, con un peculiar estilo a mitad de camino entre el realismo y un expresionismo efectista. He preferido, sin embargo, rescatar de él un dibujo poco representativo de su obra.Tal vez porque,  despojado de color y escueto en sus líneas, nos remite a la esencia del volcán. Sin distracciones.

Popocatépetl (sin fecha), de Dr. Atl. Dibujo sobre papel (21 x 25,4 cm). Colección de dibujos y grabados de GM México

Marsden Hartley (1877-1943), primer gran pintor moderno estadounidense del siglo XX, pasó largas temporadas en Europa y sintetizó en sus obras el cubismo con otros movimientos de vanguardia. Realizó fantásticos cuadros de paisajes, sobre todo de Nuevo México. Pero no sólo:

 Popocatépetl, Spirited Morning (año 1932), de Marsden Hartley. Óleo sobre madera (63,5 x 73,7 cm). Smithsonian Art Museum, Washington 

El volcán Popocatépetl (5.426 m sobre el nivel del mar) está situado a unos 75 km al sureste de la Ciudad de México, a unos 40 km al oeste de Puebla y a 60 km al este de Cuernavaca. Es un estratovolcán (un gran volcán formado por sucesivas erupciones de lava y depósitos piroclásticos), que ha tenido una larga y compleja historia, ya que el cono volcánico actual se emplazó hace unos 23.000 años sobre los restos de otros dos volcanes anteriores. Tras el colapso del primero de ellos (¿200.000 años?) y la subsiguiente formación de una caldera de hundimiento, sobre ella comenzó a emerger el segundo volcán, que colapsó a su vez tras otra gran erupción. A partir de entonces se ha ido construyendo el cono actual.

Esquema de los distintos tipos de materiales arrojados por un volcán (según el Laboratorio Magmas y Volcanes, Observatorio de Física del Globo de Clermont-Ferrand). Los depósitos piroclásticos se producen por dos grupos de mecanismos: a) caídas de fragmentos de distinto tamaño (de menor a mayor: cenizas, lapilli y bombas o bloques); b)  flujos piroclásticos (nubes de gas y materiales sólidos que se desplazan a ras del suelo)

El volcán estuvo prácticamente sin actividad entre 1927 y diciembre de 1994. Desde entonces, con intermitencias, no ha cesado de mostrar su dinamismo. Su actividad explosiva se ha manifestado a través de varios episodios, a los que se ha podido seguir su huella a través del registro geológico. La más reciente de estas grandes erupciones es de hace unos 1.100 años. La mayor, de hace unos 17.000.  

Depósitos de la erupción pliniana del Popocatépetl conocida como "Tutti Frutti" (nombre gracioso, pero bien sugerente).Ocurrió hace unos 17.000 años y la columna eruptiva llegó a alcanzar una altura máxima de cerca de 44 km, según un trabajo de Sosa-Ceballos y colaboradores, publicado en 2012. En la foto de la izquierda, según estos mismos investigadores, los niveles señalados como 1, 2 y 4 corresponden a depósitos piroclásticos de caída, mientras que el nivel 3 representa un depósito de flujo piroclástico (los niveles existentes por encima del 4 son cenizas de erupciones más recientes). En la foto de la derecha, asistentes a un congreso internacional celebrado en 2004 en el estado de Puebla, titulado "Neogene-Quaternary Continental Margin Volcanism", al parecer muy entusiasmados observando el afloramiento de "Tutti Frutti" 

La figura (ver de nuevo el esquema de más arriba) ilustra también sobre uno de los contextos en que se generan los volcanes: el denominado como arco volcánico continental, en que una placa oceánica subduce bajo una continental. Una situación análoga a la que ha dado lugar a la Faja Volcánica Transmexicana (FVTM), donde se ubica el Popocatépetl. Aunque nuestro caso es mucho más complejo, ya que son dos placas oceánicas, Cocos y Rivera, las que se sumergen bajo una placa continental (Norte América). Y, además, las dos placas oceánicas subducen con distinta velocidad y diferente ángulo de inclinación bajo la placa norteamericana (lo que ha dado lugar a una gran complejidad geológica y volcánica en esta zona, con ciertas peculiaridades que la diferencian de otros arcos volcánicos).
           El Popocatépetl en relación con la Faja Volcánica Transmexicana (FVTM) y los límites de placas. La situación de los volcanes (pequeños triángulos rojos) procede del Global Volcanism Program (Smithsonian Institution), mientras que el modelo de límites de placas se ajusta al propuesto por Bird en 2003. Los nombres de las placas aparecen en color naranja. Las flechas blancas y los números que hay en ellas indican las direcciones y velocidades de convergencia actual (en mm/año) en la Fosa Mesoamericana, que he añadido con datos de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ferrari y colaboradores, 2011)  

Cuando Malcolm Lowry vivió en Cuernavaca, el Popo no humeaba. Seguramente por ello tampoco aparece humeante en las magníficas litografías que realizó el pintor mexicano Alberto Gironella (1929-1999) para la ilustración de la novela Bajo el volcán. Gironella dijo de sí mismo: "Soy un escritor frustrado". Pero supo, como pocos, arrancar imágenes escondidas en la literatura. 
Dos litografías de la serie titulada Bajo el volcán, de Alberto Gironella (1991)

Y el Popo seguirá, por mucho tiempo, siendo el monte que echa humo.

  Nubes eruptivas de vapor de agua y cenizas, arrojas por el Popocatépetl el día 25 de abril de 2012 (foto de Ronaldo Schemidt, AFP Photo)




El monte que echa humo

martes, 22 de marzo de 2016


El mapa como punto de partida, motivo, excusa o reflexión. La visión que el artista tiene del mundo, de su propio mundo, de sus relaciones con él. La base para narrar historias en el espacio. Lo personal y nuestra posición enfrentada a lo que nos rodea. Símbolos y lenguajes que se acercan al paisaje. Recuerdos. Metáforas visuales.
En los años 60 y 70 del siglo pasado muchos artistas norteamericanos y europeos comenzaron a usar los mapas en sus creaciones o a inspirarse en ellos: Alighiero Boetti, Marcel Broodthaers, Nancy Graves, Robert Smithson, Agnes Denes, Jasper Johns,... (haz clic en los términos en rojo para enlaces).


Arriba, la obra de Nancy Graves titulada "Región Fra Mauro de la Luna" (1972), perteneciente a la serie Litografías basadas en mapas geológicos del programa Lunar Orbiter y los sitios de alunizaje del Apolo. Abajo, fragmento del mapa geológico de la cara próxima de la Luna, centrado en la región Fra Mauro (1971, NASA y USAF Aeronautical Chart and Information Center, a escala original 1:5.000.000)



Arriba, "Map" (1961), de Jasper Johns. Las dos imágenes de abajo son fragmentos, extraídos con distinto nivel de detalle, del mapa geológico de Norte América (escala 1:5.000.000), editado por la Sociedad Geológica de América en 2004

Una de las características más llamativas de los mapas geológicos son sus colores: cada uno de ellos representa una diferente unidad geológica (un tipo de roca o conjunto de rocas de un determinado rango de edad). Las unidades geológicas se definen y nombran de acuerdo a las investigaciones, muchas de ellas directamente realizadas sobre el terreno, de las rocas y su edad. Con posteriores reconocimientos y datos adicionales, se pueden llegar a delimitar nuevas unidades geológicas y diferentes interpretaciones, lo que constituye la base para un mejor conocimiento de la geología de un área determinada y, en definitiva, para el progreso científico. Por ello, los mapas geológicos reflejan el conocimiento del equipo que los ha realizado en el momento en que se acometen. Además de los colores, los mapas geológicos incorporan líneas y diferentes signos convencionales propios, una leyenda cronoestratigráfica (que ordena en el tiempo las unidades geológicas cartografiadas) y, a menudo, cortes geológicos y otros esquemas. 




Fragmentos de mapas geológicos. De arriba abajo, editado por Instituto Geológico y Minero de España (2011), Istituto Nazionale de Geofisica e Volcanologia (2011), British Geological Survey (2008) y California Geological Survey (2002). La escala original de los mapas es 1:50.000 en todos ellos, salvo en el último (1:100.000) 

Por otra parte, los mapas geológicos reúnen varias características que los hacen singulares. En primer lugar, constituyen un lenguaje formal, con reglas específicas, lo que permite el entendimiento de la geología mostrada en el mapa, independientemente del idioma o de la procedencia de quienes lo hayan realizado o de quienes lo interpreten. En segundo lugar, son mapas que integran cuatro dimensiones: a las dos propias de todo mapa, se añaden la profundidad (un buen mapa geológico, a escala mediana o de semidetalle, debe permitir conocer la disposición de las unidades geológicas por debajo de la superficie del terreno) y la dimensión temporal (ya que las unidades cartografiadas se ordenan en sucesión cronológica). Y, finalmente, destacan con frecuencia por su belleza plástica, aunque este aspecto no forme parte ni de su objetivo ni de sus peculiaridades intrínsecas. Porque un mapa, a pesar de su valor estético o decorativo, no es una obra de creación artística, aunque a veces lo parezca. De hecho, cada vez más artistas que trabajan con mapas en su obra, o los usan como referente, se conectan con científicos y técnicos para abordar nuevas perspectivas en sus creaciones: un buen ejemplo de ello es la Comisión de Arte y Cartografía, de la Asociación Cartográfica Internacional (ICA). 

Obras de cuatro, de los muchos artistas que se dedican actualmente a los mapas, aparecen aquí abajo: Paula Scher, Mychael Barratt, Rebecca Riley y Gareth Wood (alias Fuller).




De arriba a abajo: Tsunami, de Paula Scher; A London Map of Days, de Mychael Barratt;  Randomland, de Rebecca Riley; London, de Gareth Wood (alias Fuller)        

Matthew Cusick, estadounidense nacido en 1970, realiza extraordinarios collages, con los que crea retratos y paisajes de una gran fuerza expresiva. En el que aparece aquí abajo, realizado con mapas incrustados en un panel, utiliza un mapa geológico de la Luna (quizá habría que llamarlo mapa selenológico), como se observa en su mitad derecha. Que es, por cierto, el mismo mapa en el que se basó Nancy Graves (ver las dos primeras imágenes de esta entrada). Tal vez se anime más adelante a incorporar algún mapa geológico (terrestre) a sus nuevas obras.

Blue Horse (2011), de Matthew Cusick (mapas incrustados, 51 x 76 cm)    

Acabo con dos sentencias. Esta es de Jasper Johns: "El arte es mucho menos importante que la vida, pero qué pobre vida sin él". Y esta otra, atribuida a un geólogo del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), Avery Ala Drake, Jr.: "En cuanto publicas tu mapa geológico, se queda anticuado".




Mapas y mapas

miércoles, 16 de marzo de 2016


Los estratos son como las hojas de un libro de la historia de la Tierra. Nadie parece haber recreado este símil mejor que el artista canadiense Guy Laramée (haz clic siempre en los términos en rojo para enlace). Dice que lo único que todavía desea de su arte es que nos proyecte hacia esa espesa "nube del inconsciente". Lo logra con esos libros viejos, reconvertidos en paisajes que muestran su raíz, el sustrato sobre el que se levantan.



Arriba, obra de Guy Laramée incluida en su proyecto Biblios. Abajo, sucesiones de rocas predominantemente carbonatadas (calizas y dolomías) depositadas en ambiente de plataforma litoral, de edad Cámbrico medio a Devónico y en disposición monoclinal (Montañas Rocosas en el Parque Nacional Banff, Alberta, Canadá)



Historia de las Américas, arriba (Laramée, 2009). Abajo: Cuarcitas, con estratificación vertical, en el Parque Natural Despeñaperros (Jaén, España). Estas cuarcitas se corresponden con la denominada genéricamente "Cuarcita Armoricana", término con el que se designa a esta unidad depositada en una plataforma marina durante el Ordovícico Inferior (entre hace 470 y y 485 millones de años); dicha plataforma marina era tan amplia que podemos encontrar la Cuarcita Armoricana desde el oeste de África hasta Afganistán

                    

Arriba, El libro de arena (Guy Laramée, 2006). Abajo, badlands en el Parque Nacional Bryce Canyon (Utah, EE.UU.): el acarcavamiento se desarrolla sobre rocas horizontales, no deformadas, de la Formación Claron, que en esta zona pertenecen al Eoceno (entre hace 34 y 56 millones de años); las rocas mayoritarias son calizas rosas y blancas recubiertas por areniscas, formadas a partir de sedimentos depositados por canales fluviales y lagos  

También sobre su propia obra dice Laramée: "Me gustaría que mi arte hiciera esto: que te permitiera verte a ti mismo en una roca. Porque, en esencia, no estamos en el mundo, el mundo está en nosotros". Los paisajes rocosos están presentes en una parte considerable de sus creaciones, que a su vez pueden inspirar a quienes trabajan sobre ellos. Seguramente porque el arte y la ciencia son las dos únicas formas tolerables de conocimiento.

Igual que a los poetas, a los artistas plásticos también les vale esta máxima del filósofo francés, de origen rumano, Cioran: "Lo que hace a los malos poetas más malos aún es que sólo leen a poetas (así como los malos filósofos sólo leen a filósofos), cuando sacarían gran provecho de un libro de botánica o de geología" (Del inconveniente de haber nacido, Taurus ediciones, 1982). Guy Laramée lo ha entendido de manera sublime y por partida doble.

Finalizo con otro artista canadiense, Doug Beube, afincado en Nueva York, que indaga a través de las transformaciones de libros en el significado de los mismos. Un trabajo que realiza desde hace más de 35 años y del que él mismo dice: " A través de la modificación de libros, collage, técnicas mixtas, papel, fotografía y escultura, mi trabajo explora el propio libro, una aparentemente anticuada tecnología que es aún determinante en la era digital". He seleccionado su obra Fault Lines (Líneas de falla), realizada a partir de un atlas. Debajo de ella, una fotografía de un afloramiento rocoso con claras analogías.
      Fault Lines (2003), de Doug Beube

Afloramiento afectado por pequeñas fallas inversas (líneas marcadas en rojo; las flechas indican el sentido relativo de su movimiento). La fotografía y su interpretación han sido realizadas por Haakon Fossen





Una de libros