martes, 22 de marzo de 2016


El mapa como punto de partida, motivo, excusa o reflexión. La visión que el artista tiene del mundo, de su propio mundo, de sus relaciones con él. La base para narrar historias en el espacio. Lo personal y nuestra posición enfrentada a lo que nos rodea. Símbolos y lenguajes que se acercan al paisaje. Recuerdos. Metáforas visuales.
En los años 60 y 70 del siglo pasado muchos artistas norteamericanos y europeos comenzaron a usar los mapas en sus creaciones o a inspirarse en ellos: Alighiero Boetti, Marcel Broodthaers, Nancy Graves, Robert Smithson, Agnes Denes, Jasper Johns,... (haz clic en los términos en rojo para enlaces).


Arriba, la obra de Nancy Graves titulada "Región Fra Mauro de la Luna" (1972), perteneciente a la serie Litografías basadas en mapas geológicos del programa Lunar Orbiter y los sitios de alunizaje del Apolo. Abajo, fragmento del mapa geológico de la cara próxima de la Luna, centrado en la región Fra Mauro (1971, NASA y USAF Aeronautical Chart and Information Center, a escala original 1:5.000.000)



Arriba, "Map" (1961), de Jasper Johns. Las dos imágenes de abajo son fragmentos, extraídos con distinto nivel de detalle, del mapa geológico de Norte América (escala 1:5.000.000), editado por la Sociedad Geológica de América en 2004

Una de las características más llamativas de los mapas geológicos son sus colores: cada uno de ellos representa una diferente unidad geológica (un tipo de roca o conjunto de rocas de un determinado rango de edad). Las unidades geológicas se definen y nombran de acuerdo a las investigaciones, muchas de ellas directamente realizadas sobre el terreno, de las rocas y su edad. Con posteriores reconocimientos y datos adicionales, se pueden llegar a delimitar nuevas unidades geológicas y diferentes interpretaciones, lo que constituye la base para un mejor conocimiento de la geología de un área determinada y, en definitiva, para el progreso científico. Por ello, los mapas geológicos reflejan el conocimiento del equipo que los ha realizado en el momento en que se acometen. Además de los colores, los mapas geológicos incorporan líneas y diferentes signos convencionales propios, una leyenda cronoestratigráfica (que ordena en el tiempo las unidades geológicas cartografiadas) y, a menudo, cortes geológicos y otros esquemas. 




Fragmentos de mapas geológicos. De arriba abajo, editado por Instituto Geológico y Minero de España (2011), Istituto Nazionale de Geofisica e Volcanologia (2011), British Geological Survey (2008) y California Geological Survey (2002). La escala original de los mapas es 1:50.000 en todos ellos, salvo en el último (1:100.000) 

Por otra parte, los mapas geológicos reúnen varias características que los hacen singulares. En primer lugar, constituyen un lenguaje formal, con reglas específicas, lo que permite el entendimiento de la geología mostrada en el mapa, independientemente del idioma o de la procedencia de quienes lo hayan realizado o de quienes lo interpreten. En segundo lugar, son mapas que integran cuatro dimensiones: a las dos propias de todo mapa, se añaden la profundidad (un buen mapa geológico, a escala mediana o de semidetalle, debe permitir conocer la disposición de las unidades geológicas por debajo de la superficie del terreno) y la dimensión temporal (ya que las unidades cartografiadas se ordenan en sucesión cronológica). Y, finalmente, destacan con frecuencia por su belleza plástica, aunque este aspecto no forme parte ni de su objetivo ni de sus peculiaridades intrínsecas. Porque un mapa, a pesar de su valor estético o decorativo, no es una obra de creación artística, aunque a veces lo parezca. De hecho, cada vez más artistas que trabajan con mapas en su obra, o los usan como referente, se conectan con científicos y técnicos para abordar nuevas perspectivas en sus creaciones: un buen ejemplo de ello es la Comisión de Arte y Cartografía, de la Asociación Cartográfica Internacional (ICA). 

Obras de cuatro, de los muchos artistas que se dedican actualmente a los mapas, aparecen aquí abajo: Paula Scher, Mychael Barratt, Rebecca Riley y Gareth Wood (alias Fuller).




De arriba a abajo: Tsunami, de Paula Scher; A London Map of Days, de Mychael Barratt;  Randomland, de Rebecca Riley; London, de Gareth Wood (alias Fuller)        

Matthew Cusick, estadounidense nacido en 1970, realiza extraordinarios collages, con los que crea retratos y paisajes de una gran fuerza expresiva. En el que aparece aquí abajo, realizado con mapas incrustados en un panel, utiliza un mapa geológico de la Luna (quizá habría que llamarlo mapa selenológico), como se observa en su mitad derecha. Que es, por cierto, el mismo mapa en el que se basó Nancy Graves (ver las dos primeras imágenes de esta entrada). Tal vez se anime más adelante a incorporar algún mapa geológico (terrestre) a sus nuevas obras.

Blue Horse (2011), de Matthew Cusick (mapas incrustados, 51 x 76 cm)    

Acabo con dos sentencias. Esta es de Jasper Johns: "El arte es mucho menos importante que la vida, pero qué pobre vida sin él". Y esta otra, atribuida a un geólogo del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), Avery Ala Drake, Jr.: "En cuanto publicas tu mapa geológico, se queda anticuado".




Mapas y mapas

miércoles, 16 de marzo de 2016


Los estratos son como las hojas de un libro de la historia de la Tierra. Nadie parece haber recreado este símil mejor que el artista canadiense Guy Laramée (haz clic siempre en los términos en rojo para enlace). Dice que lo único que todavía desea de su arte es que nos proyecte hacia esa espesa "nube del inconsciente". Lo logra con esos libros viejos, reconvertidos en paisajes que muestran su raíz, el sustrato sobre el que se levantan.



Arriba, obra de Guy Laramée incluida en su proyecto Biblios. Abajo, sucesiones de rocas predominantemente carbonatadas (calizas y dolomías) depositadas en ambiente de plataforma litoral, de edad Cámbrico medio a Devónico y en disposición monoclinal (Montañas Rocosas en el Parque Nacional Banff, Alberta, Canadá)



Historia de las Américas, arriba (Laramée, 2009). Abajo: Cuarcitas, con estratificación vertical, en el Parque Natural Despeñaperros (Jaén, España). Estas cuarcitas se corresponden con la denominada genéricamente "Cuarcita Armoricana", término con el que se designa a esta unidad depositada en una plataforma marina durante el Ordovícico Inferior (entre hace 470 y y 485 millones de años); dicha plataforma marina era tan amplia que podemos encontrar la Cuarcita Armoricana desde el oeste de África hasta Afganistán

                    

Arriba, El libro de arena (Guy Laramée, 2006). Abajo, badlands en el Parque Nacional Bryce Canyon (Utah, EE.UU.): el acarcavamiento se desarrolla sobre rocas horizontales, no deformadas, de la Formación Claron, que en esta zona pertenecen al Eoceno (entre hace 34 y 56 millones de años); las rocas mayoritarias son calizas rosas y blancas recubiertas por areniscas, formadas a partir de sedimentos depositados por canales fluviales y lagos  

También sobre su propia obra dice Laramée: "Me gustaría que mi arte hiciera esto: que te permitiera verte a ti mismo en una roca. Porque, en esencia, no estamos en el mundo, el mundo está en nosotros". Los paisajes rocosos están presentes en una parte considerable de sus creaciones, que a su vez pueden inspirar a quienes trabajan sobre ellos. Seguramente porque el arte y la ciencia son las dos únicas formas tolerables de conocimiento.

Igual que a los poetas, a los artistas plásticos también les vale esta máxima del filósofo francés, de origen rumano, Cioran: "Lo que hace a los malos poetas más malos aún es que sólo leen a poetas (así como los malos filósofos sólo leen a filósofos), cuando sacarían gran provecho de un libro de botánica o de geología" (Del inconveniente de haber nacido, Taurus ediciones, 1982). Guy Laramée lo ha entendido de manera sublime y por partida doble.

Finalizo con otro artista canadiense, Doug Beube, afincado en Nueva York, que indaga a través de las transformaciones de libros en el significado de los mismos. Un trabajo que realiza desde hace más de 35 años y del que él mismo dice: " A través de la modificación de libros, collage, técnicas mixtas, papel, fotografía y escultura, mi trabajo explora el propio libro, una aparentemente anticuada tecnología que es aún determinante en la era digital". He seleccionado su obra Fault Lines (Líneas de falla), realizada a partir de un atlas. Debajo de ella, una fotografía de un afloramiento rocoso con claras analogías.
      Fault Lines (2003), de Doug Beube

Afloramiento afectado por pequeñas fallas inversas (líneas marcadas en rojo; las flechas indican el sentido relativo de su movimiento). La fotografía y su interpretación han sido realizadas por Haakon Fossen





Una de libros